En los últimos meses, Guanajuato ha sido escenario de macabros hallazgos de restos humanos, reflejando una escalada de violencia y desapariciones en la región.
El descubrimiento más significativo ocurrió a mediados de mayo, cuando autoridades y colectivos de búsqueda encontraron una fosa clandestina con al menos 21 cuerpos en el municipio de Abasolo. Este hallazgo se realizó gracias a los esfuerzos de la Brigada Independiente de Búsqueda del colectivo «Hasta Encontrarte». Las labores de exhumación revelaron que algunos de estos cuerpos podrían haber estado enterrados durante años, y todavía no se ha podido determinar si pertenecen a hombres o mujeres.
A finales de abril, otro descubrimiento se llevó a cabo en la colonia Valle de la Flores, en León, donde se encontraron tres bolsas con restos humanos. Las autoridades locales acudieron rápidamente a la escena para realizar las investigaciones correspondientes y proteger el área.
Estos incidentes subrayan una preocupante tendencia en Guanajuato, un estado que ha visto un incremento alarmante en la actividad delictiva, incluyendo desapariciones forzadas y enfrentamientos entre grupos criminales. La situación ha llevado a las autoridades y a organizaciones de derechos humanos a intensificar los esfuerzos de búsqueda y a exigir una mayor intervención para frenar la violencia y llevar justicia a las familias de los desaparecidos.
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